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Historia de una niña soñadora

Historia de una niña soñadora

Por el año 1958 nace el 21 de julio en Santa Fe, con el nombre de Liliana Chiavetta, que era hija de un militante comunista y una “mujer de la alta sociedad santafesina”, su mama. Sus padres decidieron aproximadamente en el año 1963,  trasladarse a Mendoza debido a que su papa iba a trabajar a una fábrica de cemento.

Esta niña creció en un barrio cercano a esta fábrica, cuando tenía 4 años, su familia se mudó nuevamente, esta vez, a Santa Fe
pasó su infancia en un vecindario fabril  en un paisaje con poco arbusto, rocoso, polvoriento, el verdadero desierto que es Mendoza cuando la tierra no recibe el alivio del riego. Es en este lugar donde nace su relación cercana con lo mágico. Ella decía siempre el relámpago fue algo mágico, hasta que el hombre lo entendió. Y siempre va a ver cosas que no podamos entender. De lo contrario, el mundo sería aburrido.
Liliana imaginaba que una sombra que la acechaba desde la ventana era algo sobrenatural. Y, de alguna manera, esa creencia permaneció, porque no tenía a nadie que le demostrara lo contrario, ya que perdió su mama cuando era muy chica, y como cualquier niña sola tenía tendencia a ver otras cosas en los pequeños detalles extraños de la realidad. Le faltaba ese alguien que explicara todas sus dudas y  preguntas. Pero su relación con lo mágico fue  haber sido la respuesta a un papá maravilloso, que no creía en clases sociales ni capitalismo como así también era ateo a rajatabla. Su  papá decía: ‘No es que yo no crea en Dios. Sé que no existe’. Entonces, ella creyó en Dios, un poco por  rebeldía. Además, no es cosa menor ya haber perdido a mama. Es una marca que no se sacude así nomás. Ella creció con la idea de que no tiene alguien que le perdone cualquier cosa, y eso hay que ver como digerirlo. El cariño de los demás hay que ganárselo, el de tu vieja no. A ella le hubiera gustado sin siquiera procesarlo

 A los 19 años, Liliana  se casa y adopta el apellido de su marido, con quien tendrá dos hijos: Galileo y Romina. En el año 2000 ella logra que la editorial Norma publique en Buenos Aires la novela Los días del venado, primer volumen de la Saga de los confines con la que recibe los premios Mejor obra literaria juvenil, otorgada por la Fundación El Libro, y la distinción White Ravens, otorgada por el International Board on Books for Young People (IBBY).
Por esto fue doble el triunfo de esta novela: no sólo partió de un modelo que parecía reservado a las repeticiones anglosajonas, sino que le dio un matiz ligeramente americano, pero evitando a toda costa caer en cualquier clase de alegoría. Liliana  no se dejó tentar por la superficie de la épica: mientras otros autores repiten los mitos ajenos, pero pierden la forma del relato, ella se ocupó de descubrir la estructura más oculta de la épica, para elaborar sus propios mitos. Es decir, ella pasó por alto las mentiras de la convención, para hallar el punto donde la convención revela una verdad. Hereda del género la forma, pero la impuso su propia poética. Los nombres difíciles, los paisajes y animales inventados, provocan un ligero desconcierto durante las primeras páginas, pero luego la prosa de Liliana se impone por su intensidad y por su imaginación. Una absoluta convicción recorre cada página hasta imponer sus maravillas al lector. En cierto momento  compara cada detalle con  la creación con una urdimbre, donde cada hilo es necesario; también en la novela, cada párrafo lo imagino con precisión, pensando como una unidad. Mientras la épica fantástica suele trabajar por acumulación (describir la fauna o la flora hasta que acaba por volverse familiar), Liliana busco más bien en dirección opuesta: el objeto o el personaje que  describe se vuelve real cuando encuentra la frase perfecta que lo acaba de dibujar. Ella toma un infinito cuidado en cada palabra y cada cosa, en cada párrafo reflejando moral de la novela. Y como lo exige la tradición del género, el final abre las puertas a una posible continuación.

En el 2001 logra que el libro “Los días del venado” reciba el Primer Premio de Narrativa, otorgado por la Fundación “Fantasía Infantil y Juvenil”. Se traslada a Buenos Aires.

En el 2002 Se publica en Buenos Aires la novela Los días de la sombra (Norma), segundo libro de la Saga de los confines.
“Hace dos años apareció ‘Los días del venado’, primer volumen de La saga de los confines. La novela de Liliana, apareció con timidez, pero pronto encontró sus lectores, obtuvo varios premios y dejó su impronta en nuestra literatura de imaginación, ella se entrego con pasión a la tarea de imaginar un mundo que le era absolutamente propio. El gran desafío era que su creación cobrara autonomía, y  lo consiguió gracias a un uso exquisito del lenguaje: contaba como quien sabe guardar un secreto. […] La obra de Liliana, hoy por hoy  es un objeto singular dentro de la literatura argentina y hay que saludar la decisión editorial de trabajar con tanta elegancia no sólo el diseño sino también el lugar de esta novela -su propia colección-, con respeto por su extrañeza y su aventura.
Escribió un nuevo libro, al cual llamo “Sucedió en colores “ resulta finalista del Premio Latinoamericano Norma Funda lectura.
Durante el Encuentro de Creadores Argentinos de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción se le hace entrega de la distinción Revelación Literaria 2002 (Club del Progreso). Por el año 2003, logra que  la editorial Alfaguara publique la novela juvenil Diciembre Súper Álbum, que recibe la distinción Destacado de Alija. Aparece, también su cuento “Puente de arena” que integra la antología Cuentos por la Paz (Alfaguara). Escribe el prólogo a El abanico de Lady Windermer, de Oscar Wilde (Norma) y
recibe el Premio Calidoscopio, de Venezuela, por Los días del venado y Los días de la sombra.
Liliana coordina el Taller de Narrativa patrocinado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo y el Diario Los Andes. Asi, esta niña, ya convertida en toda una mujer, fue convocada por  La editorial Norma nuevamente donde  publica su novela Los días del fuego.
“La naturaleza nada académica de este libro permite comenzar su reseña con dos exhortaciones. Señora, señor: si su hijo devoró, contra todo pronóstico, los larguísimos libros de Harry Potter o la trilogía de  El señor de los anillos, consígale ya La saga de los la magia, esta trilogía de Liliana -compuesta por Los días del venado, Los días de la sombra y, ahora, Los días del fuego– es una de las obras más valiosas y originales de la literatura contemporánea de nuestro país, crecida -como la de Lewis Carroll- en el rincón penitenciario que suele llamarse “literatura infantil” o “juvenil” sólo porque en él perduran la libertad del juego, la avidez de la aventura, el poder de encantamiento de lo onírico; y sobre todo, una devoción por la antigua literatura oral, la que tenía como primer objetivo capturar la atención del oyente iletrado, convocando sus terrores más profundos y conjurándolos muy paulatinamente por la belleza. Segunda exhortación: señora, señor, consiga La saga de los confines y devórela usted mismo; es también una respuesta a la más urgente pregunta de estos años: ¿cómo entendernos, cómo pensar un futuro, después de décadas de destrucción casi absoluta. Ella sigue con su espíritu de magia, y  publica también el libro de cuentos Sucedió en colores (Norma-Kapelusz) y su cuento Después de los lobos integra la antología de cuentos Aventuras del mundo animal, editado por Sudamericana., donde recibe el Premio Konex Diploma al Mérito en la categoría literatura juvenil.

En el 2007 con mucho esfuerzo, debido a complicaciones personales, escribe  la Novela “Memoria Impuras” que fue publicada por la Editorial El Planeta..
2008 Aparecen El espejo africano y  Cuando San Pedro viajó en tren (SM), y El mapa imposible (Alfaguara).

2009 La editorial Norma publica Presagio de carnaval

2010 Se publica El rastro de la canela (Norma).

2012 La editorial Suma de Letras publica Oficio de Búhos – Relatos de Los Confines.

“Aunque ella se esforzó en contar, ninguna historia estará completa. Cada narración es un avance o una pérdida que abre cien vacíos, cien preguntas. No es posible narrar todo, porque todo no puede ser narrado”. Pero, ¿qué hace posible la narración, entonces? Liliana lo detalla como  en boca de los personajes. El motor de mi narración es el conflicto.

2013 La editorial Aguilar publica El perro del peregrino.

Esta gran niña, que se convirtió en una gran soñadora, es la gran escritora LILIANA BODOC.

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